La psicoacústica estudia la comprensión sonora, tales como la amplitud, ecualización y acústica. Estas cualidades del sonido están determinadas por los parámetros de éste, principalmente frecuencia y amplitud. También estudia la relación entre la sensación percibida por un sonido determinado y los parámetros de éste como son la sonoridad o intensidad, la altura o el tono (grave o agudo) y el timbre.
La percepción de dichos parámetros puede llevar a nuestra mente a distintos estados anímicos como es el caso de la música de Mozart que calma a los neonatos reduciendo así el consumo de calorías y en consecuancia ganando peso más deprisa.
Éstos datos han sido constatados empíricamente por un equipo científico de la universidad de Tel Aviv, vieron que las melodías repetitivas de éste compositor propician la calma en los bebes y, por tanto, se reduce en su organismo el consumo de calorías, de éste estudio derivó un proyecto del NIDCAP con el que se pretende crear un nuevo estándar de tratamiento a neonatos prematuros.
Que los bebés prematuros engorden es una de las prioridades de los médicos ya que tienen más posibilidades de tener un sistema inmune saludable y además pueden ser enviados a casa donde no correrían el riesgo de sufrir alguna infección hospitalaria.
El estado de calma podría deberse a que las melodías de dicha música son repetitivas, éstas reiteraciones influirían en los centros de organización de la corteza cerebral.
Ya se sabía que existe una serie de efectos ambientales, como la estimulación táctil o la luz ambiente, que pueden condicionar la supervivencia y salud de estos niños tan sensibles.
El siguiente paso de la investigación de los científicos israelíes será explotar otros tipos de música (étnica, rap, pop) o la música clásica de otros compositores, con el fin de averiguar si éstos pudieran producir efectos similares.
Los resultados coinciden con los de otro estudio realizado por el departamento neonatal del hospital Netanyá donde se decía que la música calmaba a los bebés prematuros si éstos la escuchaban en directo donde observaron que los prematuros durmieron con mayor profundidad y redujeron su ritmo de latidos tras escuchar una voz de mujer cantando en vivo, acompañada por un arpa. Según los científicos, el timbre de la voz, su eco y otras variables de la música en directo pudieron influir en el estado de los bebes. Por ello se debería alentar a las madres a que canten canciones de cuna a sus bebes para ayudarlos a tranquilizarse.
Posible innatismo musical; resultados de investigaciones recientes señalas la posibilidad de que el ser humano posea una capacidad innata para responder ante los estímulos musicales. Los bebes tienen sensibilidad para distinguir tonos musicales desde que nacen, es decir, que la capacidad musical humana no deriva sólo de la experiencia. Otro estudio constató que bebes de tan solo 3 días eran capaces de detectar el ritmo de la música.
No hay comentarios:
Publicar un comentario